Por Xiomara Borges
Cuando presentas cambios de comportamiento , falta de sentido del humor , irritabilidad constante, ira o ganas de llorar. También cansancio permanente, dolores de cabeza, hipertensión, hambre descontrolada, orina frecuente, calambres musculares y la terrible pérdida de memoria… tengo que decirte que probablemente tengas elevados niveles de cortisol en tu sangre, debido al estrés.
Una vez que se lesiona algún órgano por la acción de esta hormona, quedamos padeciendo de alguna enfermedad, sobre todo cerebrales.
El cortisol la fabrica el organismo ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentar los problemas. Es precisamente nuestro cerebro quien envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol. Esta hormona hace que el organismo lleve glucosa a la sangre con masivas cantidades de energía a los músculos.
Cuando la situación de estrés es puntual, una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, como es muy frecuente hoy en día debido al ritmo de vida que llevamos, se disparan en el organismo los niveles de cortisol. Al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a los otros tejidos.
El cortisol no es fácil controlarlo. Sin embargo, podemos mantenerlo a raya con una dieta adecuada, al consumir proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.
Es aconsejable tomar alimentos: como los huevos, leche, cereales integrales que son ricos en triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar.
Evitar el consumo de bebidas como café, refrescos y alcohol.
Es muy importante dormir bien, ocho horas como mínimo para que nuestro organismo ponga en marcha el mecanismo renovación y recuperación celular.
Practicar ejercicios de relajación, meditación, técnicas de respiración para contrarrestar los periodos de tensión.
Por su puesto si tenemos algún síntoma del que hablamos anteriormente es bueno acudir al médico y con un examen de sangre medir los niveles de cortisol. Es mejor prevenir que lamentar.